
Así como EEUU envía militares a distintos pueblos del mundo en supuestas misiones médicas o caritativas, es decir en una guerra de baja intensidad que pretende acabar con el odio del pueblo a un ejército asesino, así está enviando el gobierno de Evo Morales a los militares del viejo Estado boliviano a incursionar en el TIPNIS con la pantalla de atención médica, regalos (prebendas) y ayuda técnica.
Después de seis años timoneando el aparato estatal y muchísima propaganda sobre el “proceso de cambio”, ahora las autoridades del gobierno admiten que en las comunidades de los pueblos amazónicos existe tal pobreza que hasta los maestros duermen a la intemperie por temor a que sus derruidas chozas se les caigan encima. Pero tampoco esta vez el “descubrimiento” tiene intenciones honestas de remediar el problema pues solo se usa para justificar la incursión de militares a un territorio preciado en este momento, ¿casualidad?, para los intereses del Estado boliviano y los capitales imperialistas.
Los militares ingresaron la semana pasada al Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) en un movimiento denominado desde las jefaturas castrenses como “acción cívica”, con la misión de llevar dentistas militares, médicos militares, antenas parabólicas, mochilas, pelotas, motores fuera de borda, etcétera. Es decir llevando prebendas con miras a comprar conciencias para obtener de esos pueblos el “sí quiero” cuando llegue la consulta indígena sobre la construcción de una carretera que atraviesa el TIPNIS.
Entre agosto y septiembre de 2011, los pueblos amazónicos que participaron de la VIII Marcha Indígena fueron brutalmente reprimidos por los policías. A pesar de eso los marchistas lucharon hasta llegar a la sede de gobierno y consiguieron, con apoyo general de la población, una norma que evitaba la construcción de la carretera por medio de su territorio.
El gobierno no supo perder, y cobardemente aprobó una Ley de Consulta (que había logrado evitar por años) a su medida para hacer que indígenas y colonizadores del TIPNIS, estos últimos cooptados por el MAS, participen de una consulta indígena sobre la carretera. Ahora ya no son los policías, esta vez Evo Morales envió a tropas militares, dirigidas por el Capitán de Ejército-Ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana. En los pueblos se presentaron entregando mochilas, pelotas, antenas parabólicas y disfrazados de médicos. Como corolario de la operación, el propio Evo Morales se presentó este fin de semana entregando en un pueblo motores para los botes.
Y no es casual que el capitán de Ejército-Ministro de la Presidencia sea el poder detrás del trono de esta incursión con fines ideológicos. Quintana conoce muy bien las operaciones psico-sociales por su formación en la Escuela de las Américas, donde fue entrenado por los yanquis para servir luego como asesor militar a “gobiernos neoliberales”. Lo curioso es que ahora el llamado “proceso de cambio” también goza de los servicios de Quintana, en su calidad de hombre de primerísima confianza de Evo Morales.
Antes como ahora el viejo Estado envía a su pilar principal, las Fuerzas Armadas, a sentar presencia y ejercer su poder frente a poblaciones cuyo “desliz” fue protestar contra los intereses privados (desde intereses transnacionales hasta latifundistas) que necesitan una carretera en ese territorio a como dé lugar. Una provocación contra los pobladores que el capitán Quintana quiere adornar con explicaciones igualmente reaccionarias acerca del nuevo rol de las FFAA, junto al pueblo,
en el “proceso de cambio”.
El gobierno está decidido a construir la carretera por el territorio del TIPNIS como sea, no importa la voluntad de los indígenas que viven en ese territorio, tampoco que la población haya rechazado masivamente ese proyecto. El “Estado Plurinacional”, sus dirigentes, mejor dicho, encabezados por Evo Morales, resultaron ser igual de inescrupulosos que los “neoliberales” a la hora de utilizar los mecanismos como la prebenda para intentar convencer a los sectores populares de actuar de una específica manera. Lo que significa que en el “Estado Plurinacional” igual se menosprecia la conciencia política y las reivindicaciones de los pueblos, al intentar comprar su vida por baratijas. Lo que significa que el “Estado Plurinacional” ejerce iguales mecanismos colonizadores que el imperialismo para someter a los sectores populares
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