
Julio de 2012
analisisopinion.wordpress.com
Para nadie que sigue de cerca la evolución del gobierno de Evo Morales es una novedad el señalamiento de Oswalo Peredo sobre el vicepresidente de la república. En realidad buena parte de la militancia del MAS tiene la creencia miope que Álvaro García representa la derecha dentro del gobierno y que Evo estaría solo.
Peredo afirma, en sus declaraciones a Fides, “Le están haciendo perder la autoridad (a Evo Morales) … en la política, reitero, y lo digo con todas las letras, el segundo al mando, que es el vicepresidente García Linera. Él nunca fue socialista, él planteaba el capitalismo andino, él es el que está dirigiendo las políticas económicas, él es el que está dirigiendo ciertas políticas que le imprimen al Congreso, para mí, mal, para su gusto, excelente”.
No se puede decir que Peredo sea de la derecha o un resentido contra el gobierno, todo lo contrario, él ha sido la cara visible del MAS en Santa Cruz cuando fue concejal masista del municipio cruceño, por lo tanto hay que tomarlo como la confesión de un militante del proceso de cambio. El “chato” agrega en su entrevista que “lo que está fallando es las políticas derechistas que vienen desde el Gobierno, porque eso hace que se enfrenten indígenas contra indígenas, campesinos contra indígenas. Imagínense que la UCS entera está en el MAS, tiene que pasar la factura, las políticas derechistas tienen que hacerse notar y creo que eso es lo que está deteriorando este proceso, las políticas derechistas. Sucede que tenemos millones de dólares en reservas internacionales, entonces queremos convertir al Estado en un empresario más”.
Son muchas las confesiones del Chato, aunque nada que no conozca el pueblo boliviano. Primero que la acción política del gobierno es la que enfrenta a los sectores populares, a pueblo contra pueblo. Esta confesión del Chato es una distancia enorme del “análisis” de los revisionistas buscapegas afiliados al MAS que no se cansan de decir que es la estrategia de la derecha y el imperialismo que enfrenta “al indio contra el indio”. Por el contrario es la política corporativa del MAS que se inmiscuye en el movimiento popular y lo divide, lo prebendaliza y genera paralelismo, eso es lo que está causando enfrentamiento de pueblo contra pueblo, promovido desde las más altas esferas del gobierno. Claro que no somos ingenuos para pensar que los conservadores (derecha) sólo miran de palco los conflictos, ellos hacen su trabajo ciertamente, pero hoy no tienen un papel importante en esto porque están desarticulados y desprestigiados, así lo reconoce el propio Peredo.
Segundo, que la UCS, ese partido de los ex empresarios cerveceros representantes de la burguesía burocrática, está entero en el MAS tampoco es novedad, Roberto Fernández funge como representante del MAS en Santa Cruz. Pero para no caer en la visión conspirativa de la “infiltración de la derecha” habrá que señalar más ejemplos que nos permitan ver que no se trata de unos cuantos infiltrados con políticas de derecha haciendo quedar mal al gobierno, sino de toda una política generalizada de este gobierno de pactar con grupos y sectores políticos conservadores representantes de las clases dominantes e incorporarlos a su gestión.
Tenemos por ejemplo las alianzas que hizo el gobierno con sectores del viejo partido reaccionario MNR en el Beni para tomar la gobernación, en ese departamento también hay que ver las alianzas que ha hecho con grandes ganaderos. En Pando hay una alianza con sectores del MIR, lo que le ha permitido al MAS tener la gobernación y la alcaldía de Cobija. Una revisión de quienes son los funcionarios del Estado nos muestra una variada gama de ex miristas, emenerristas, condepistas, tecnócratas reaccionarios sin partido que han pasado por gobiernos como el de Bánzer, Goni o Tuto y hoy son voceros y conductores de las políticas del proceso de cambio. La alianza más aberrante que ha hecho el MAS es con un sector de la fascista Unión Juvenil Cruceñista en Santa Cruz, acuerdo alcanzado con el senador Isaac Ávalos, ex dirigente de la CSUTCB campesina, o sea, el ex dirigente de los campesinos de Bolivia se dio la mano con sus verdugos en función de la gobernabilidad. No se trata pues de unos cuántos infiltrados en el gobierno.
Otra confesión del Chato es que se busca hacer del Estado un empresario más. Lo que nos está diciendo es que las reformas del MAS no buscan superar los límites de la estructura capitalista ni avanzar al socialismo sino orientarse hacia una especie de capitalismo de Estado. Los defensores revisionistas del MAS se esfuerzan por decir que éste no marcha hacia un capitalismo de Estado, que el gobierno ha profundizado su ruptura con la estructura capitalista y que estaría en una especie de limbo para marchar hacia una sociedad socialista. En realidad estos devaneos son un fetichismo que ve la intervención del Estado como sinónimo de socialismo. Esto es completamente falso, en la dinámica de la reproducción del capital la intervención del Estado puede llevar a cierto control y regulación de las relaciones capitalistas o hacer del Estado un administrador eficiente de la industria capitalista. Eso se puede ver en China y otras experiencias de restauración capitalista (las ex repúblicas socialistas). Pero esta dinámica hace que tarde o temprano los medios de producción terminen en manos privadas. La participación del Estado es temporal y tiene el objetivo de superar la crisis económica.
Lo que sucede en Bolivia está muy lejos de estos ejemplos, los medios de producción en su gran mayoría están en manos del gran capital privado y en manos del capital imperialista, el Estado boliviano sólo ha entrado a regular algunas de las operaciones económicas y financieras del país, su intento de crear industrias estatales hasta el momento ha sido un completo fracaso. El más beneficiado con las políticas gubernamentales ha sido el capital financiero que ha obtenido ganancias record. Además con el MAS se han beneficiado ciertos sectores de la burguesía nacional que forman parte de su clientela política y son los sectores que ponen la cara de gobierno de “pueblo”, por ejemplo cooperativistas, cocaleros, colonizadores, entre otros. Pero a estos sectores hay que verlos en sus diferencias de clase, los que respaldan al gobierno son obviamente los grupos más acomodados, gente que se ha incrustado en el Estado y que arrastra a los grupos desfavorecidos de su sector con la promesa de hacer políticas que los beneficien. Hablar que el gobierno del MAS está marchando al socialismo suena pues risible, en ese sentido la confesión del Chato suena más honesta, aunque un tanto ingenua.
Y continúa el Chato hablando sobre las contradicciones orgánicas que tiene el gobierno en su interior, “aquí todavía hay en pugna muchas fuerzas, los revolucionarios por una parte, los infiltrados que son los más peligrosos por otra y después hay gente que no es revolucionaria”. Lo que pasa es que el Chato cree que este es un problema de la gente infiltrada o no revolucionaria y no quiere ver que en realidad se trata del funcionamiento de todo el gobierno a la cabeza de Evo Morales. Muchos masistas alejados hoy del gobierno han declarado que la personalidad de Evo Morales es incompatible con la teoría del “presidente cautivo”. Para quienes conocen un poco cómo funciona el espacio de decisiones dentro del gobierno es fácil darse cuenta que no se puede ver al mandatario como un niño ingenuo que no puede tomar decisiones, todo lo contrario, el estilo caudillista y petulante del que hace gala en muchas ocasiones nos dice con claridad que él es responsable directo de las principales decisiones que hay en el gobierno.
Aunque las declaraciones de Peredo no nos dice nada nuevo lo significativo es que lo diga un personaje muy ligado al gobierno y familia de uno de los grupos más cercanos al gobierno, los Peredo.
Vea las declaraciones en:
http://eju.tv/2012/07/chato-peredo-el-primer-derechista-est-al-lado-de-evo/