Los viejos poderes que se disputaron el voto en el Beni

El gobierno anunciaba un «masaso» en el Beni, al parecer la maza les cayó en la cabeza

Por: Análisis y Opinión

08/02/2013

 

Las recientes elecciones del Beni han revelado cómo está la correlación de fuerzas del viejo sistema en ese departamento como han dicho muchos especialistas en el tema político electoral. Estas elecciones estuvieron en la retina de todo el país y los contendientes, con Evo Morales y las principales figuras de la oposición, participaron directamente en la campaña.

Las dos principales tendencias, “Primero el Beni” del sector conservador y el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) de Evo Morales, mostraron que el pueblo del Beni no tiene una alternativa al margen del poder terrateniente. Las otras dos organizaciones que participaron del evento, NACER de Ademirnson Algarañaz y el Frente para la Victoria de Pedro Nuni no tuvieron ninguna relevancia en el porcentaje electoral final.

No se necesita mucho esfuerzo para demostrar que el candidato ganador, Carmelo Lens Fredericksen de “Primero el Beni”, está ligado a los sectores conservadores y terratenientes; el apoyo del ex gobernador Ernesto Suárez, del gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, y de partidos como el MNR, el ADN y otros personajes ligados al poder terrateniente, además de la propia militancia emenerrista de Lens, muestran su filiación conservadora.

La coyuntura de “cambio” obligó a éste sector a mostrar una “cara democrática”, con un candidato salido de preferencias de encuestas y con perfil académico alejado de las tradicionales figuras de viejos políticos elitistas y patronales que han caracterizado a la región oriental amazónica de nuestro país. Se trata de remozar la figura de los caciques que siempre detentaron el poder político ligado a la gran propiedad de la tierra, junto a otros sectores de la burguesía compradora boliviana que en recientes décadas se desplazaron a las zonas amazónicas y orientales para hacer buenos negocios.

Esta plataforma, que disputó la gobernación con el MAS, se ha impuesto en el departamento del Beni, una región atrasada y golpeada por la naturaleza cada año, con la oferta de desarrollo y democracia, pero se trata de una articulación de los partidos y agrupaciones opositoras al gobierno de Evo Morales (donde no escasean las contradicciones e intereses opuestos) con el único objetivo de disputar la hegemonía al partido de gobierno. La estrategia de Samuel Doria Medina (el más grande empresario cementero del país que apoyó al candidato Lens) de “todos contra el MAS” es el verdadero eje articulador para este grupo. La propuesta de “desarrollo” y “democracia” es simplemente parte del relleno discursivo de la tradicional oferta electoral de los representantes de las atrasadas relaciones sociales en los latifundios y estancias ganaderas, relaciones que nada tienen que ver con desarrollo y democracia para los trabajadores en la zafra o en las estancias ganaderas de estos patrones que dominan la política beniana. En todo caso, el desarrollo implica fundamentalmente el beneficio económico de los sectores dominantes y la recreación de la cultura de pasarela preferida por éstos en el departamento del Beni.

 

Por su parte, el Movimiento al Socialismo, que anunciaba un “masaso” ganador con 20 puntos porcentuales de diferencia en los votos, fue el gran perdedor por toda la inversión que realizó y las alianzas políticas que hizo.

El pueblo boliviano ha visto que desde que el MAS entró en el gobierno, sus candidatos han realizado campañas millonarias, como fue la campaña del actual alcalde del MAS en la ciudad de El Alto, Edgar Patana, despliegue de dinero con gran publicidad, conciertos y difusión de miles de volantes, cosa que también ocurrió pero en mayores dimensiones con la candidata Jesica Jordan del MAS en el Beni.

En realidad esta ha sido una característica también del candidato opositor. El calificativo de “circo electoral” que tiene la posición clasista de las elecciones del viejo sistema, es objetivo y científico, este calificativo también lo compartían en su momento algunos intelectuales del MAS durante su vida académica, condenaban la prebenda, los regalitos, las ofertas mentirosas, la compra de votos por un kilo de arroz y azúcar, el uso de la imagen del candidato sin contenidos programáticos, la propaganda millonaria radial y televisiva, etcétera. Pues todo eso lo han hecho los candidatos del MAS y de la oposición, regalando poleras, rifando motos en su cierre de campañas, montando escenarios de baile y música, el MAS llevando la imagen de modelo de pasarela como su candidata.

A esto hay que sumar el chantaje del propio Evo Morales que lanzó un mensaje a la población de “si votas por mi candidata entonces habrá proyectos para tu región”, es decir, promueve la prebenda como una práctica política de Estado. El “proceso de cambio” no tuvo (ni tiene) nada nuevo que ofrecer al pueblo boliviano, tan solo reproducir las viejas formas de engañar a las masas para arrancarle el voto y estafarlas luego con una gestión que va en contra de sus intereses.

La propuesta del MAS contó con las alianzas de los sectores conservadores (terratenientes y ganaderos), lo dijo sin desparpajo la candidata del gobierno que recibió vuelos de avionetas para su campaña. El MAS hizo alianza con un sector del MNR de Miguel Majluf y una alianza implícita con el ganadero ex adenista del gobierno de Bánzer, Walter Guiteras. Además otras figuras del MIR, UCS y Podemos, así como alcaldes emerristas de varias regiones, según varios reportes periodísticos, fueron parte del “torrente masista”.

La conclusión unilineal de los miembros del gobierno acerca de la “consolidación del voto masista en el Beni” no se sostiene porque el MAS no fue solo en esta campaña, todo lo contrario, ha seguido una línea de trabajo que se está dando en el oriente y amazonía de Bolivia y también en la zona occidental aunque con menos evidencia. Nos referimos a las alianzas que ha construido el gobierno (en particular Juan Ramón Quintana) con sectores conservadores en la región amazónica y oriental del país, esto se puede ver en Pando, en el Beni y en Santa Cruz. Ya no son solo algunos individuos ligados al poder terrateniente como madereros, ganaderos u otro tipo de grandes propietarios de tierra que se unen al MAS, sino sectores y grupos, de las viejas corrientes conservadores que hacen alianza con el gobierno por diversos intereses.

Estos sectores “se suman al proceso de cambio” (a decir de los masistas) y pactan concesiones con el gobierno (que a menudo significa retroceso en derechos de los pueblos), a cambio de sumar apoyo político para gestionar el poder local. Este pacto no significa ninguna transformación en la vida de los trabajadores de las haciendas y estancias ganaderas de los nuevos “terratenientes masistas”.

Ese es el camino que sigue la contradicción entre ampliación y consolidación que tiene el MAS en el oriente boliviano, con la adecuación al poder terrateniente y una recreación del mismo, no por ello resulta casual que la candidata del MAS, Jesica Jordan, provenga del sector ganadero y haya sido impuesta por Evo Morales incluso en contra de la opinión de sus propias bases campesinas e indígenas en ese departamento. Ahora los nuevos caciques cuentan con el aval del propio presidente y lo peor es que las bases campesinas e indígenas se sienten obligadas a respaldarlos.

La lógica que sigue el programa de reformas del gobierno, de la que hablamos hace un tiempo en “El «proceso de cambio»: reformas dentro del viejo sistema”, es que estas reformas, al inicio radicales, tarde o temprano vuelven a su cauce conservador, porque no rompen los límites de las viejas estructuras que lo contienen.

Las opciones que se presentaron a la población beniana no son una alternativa al margen del poder terrateniente, la opción del MAS, no es una “fuerza nueva” frente a las fuerzas “patrimoniales y conservadoras”, el MAS no intenta acabar con el sistema de dominación gamonal existente en esas regiones, solo se adecúa a este sistema y a lo mucho pretende algunas reformas que puedan aceitar la maquinaria de relaciones capitalistas “modernas” para su mejor funcionamiento. Al pueblo le queda un solo camino que es construir su propio campo al margen de los mecanismos tradicionales del viejo Estado.

Un comentario en “Los viejos poderes que se disputaron el voto en el Beni

  1. lo cierto es que los benianos no tenemos una opción popular progresita;: pues el MAs es mas de lo mismo, pero con un aditamente LA ARROGANCIA

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