
Hugo R. C. Souza
24/02/2014
Publicamos un extracto de este artículo realizado por Hugo Souza en el quincenario A Nova Democracia, periódico revolucionario y clasista, que es de nuestro interés. A propósito de esta noticia nos interesa poner de relieve cómo el sector bancario, parte del capital financiero y su sector más reaccionario, ha engordado increíblemente y ha conseguido ganancias históricas. Esto no sucede solamente en Brasil, sucede también en Bolivia donde los grandes banqueros no sólo ganaron muy bien sino batieron récords históricos y tuvieron mejores ganancias que los tiempos neoliberales (AyO 20/01/14 política económica de Evo…). Resulta muy ilustrativo como esta realidad pone en aprietos a aquellos que diciéndose revolucionarios, tratan de justificar este enorme beneficio a la gran burguesía y al imperialismo (porque el capital bancario se compone también de capitales imperialistas), “herencia del pasado”, dicen algunos, “también son bolivianos y tienen derecho a ganar”, “hay mucho circulante debido a las acertadas políticas del gobierno” entre otras tonterías.
Con estas evidencias resulta insulso discutir el carácter “antiimperialista” del gobierno, peor aún el de “anticapitalista”; pero lo interesante es que esto también pasa en Venezuela (bancos ganaron mejor que nadie este año que pasó) y resulta contradictorio que algunos pidan a la dirigencia del régimen venezolano acabar con la “derecha fascista” o el propio Nicolás Maduro, en un despliegue de demagogia aberrante, anuncie el combate a muerte de los fascistas, cuando la base material de su reproducción sigue intacta y goza de muy buena salud y ganancias.
Para nosotros, el problema de creer que este tipo de gobiernos representa un “paso adelante” o “primeros pasos en dirección al socialismo” es hipotecar la lucha por el socialismo y negarle al pueblo la lucha por la construcción de un campo propio a la vez que construye su vanguardia. Así han quedado muchos compañeros honestos dentro del campo popular (no nos referimos por supuesto a los eternos revisionistas y traficantes de la lucha del pueblo que se acomodaron desde un principio en el gobierno de Evo Morales), hablamos de aquellos que realmente tienen un compromiso con el pueblo y con su lucha por transformar el viejo sistema, pero que han confiado y cifrado sus esperanzas en este gobierno como una alternativa transformadora, o han caído en el pretexto revisionista del “mal menor”, esto los ha llevado a la inercia revolucionaria y a actuar bajo el ala reformista que no conduce a ninguna transformación profunda (AyO 27/03/2012 cambios dentro del viejo sistema…).
Nosotros vemos día a día a donde lleva el camino reformista, a dónde lleva al pueblo el gobierno con criterios nacionalistas, chonivistas, con esa visión del “desarrollo” como simple manejo eficiente de la economía (capitalista). El pueblo ha sido llevado a vivar al Banco Mundial (AyO 17/07/2013 Banco Mundial socio del gobierno…) a celebrar el financiamiento de los organismos imperialistas, a extender la mano a la “cooperación internacional” para todo, a celebrar alianzas con todo tipo de personajes no importando que sean de las clases reaccionarias siempre y cuando establezcan alianzas con el gobierno. Toda esta visión pragmática, ecléctica, reflejo de una visión reaccionaria y fascistoide es con la que se educa a la población junto a las relaciones clientelares de manera oficial.
Nosotros estamos curados del oportunismo y reformismo, la construcción necesaria de una alternativa revolucionaria para por el combate a estas posiciones, no nos distrae la demagogia de los jerarcas de turno, tampoco nos asusta que el oportunismo mueva gran cantidad de masas, muchas de ellas gracias a la prebenda el control corporativo, no nos quita el sueño el que inicialmente no nos sigan muchos, esto no es un concurso de popularidad, se trata de asumir el compromiso revolucionario y marchar contra la corriente alertando a nuestro pueblo de la traición de los reformistas.
Les dejamos el extracto del artículo en mención, la responsabilidad de la traducción es nuestra.
Análisis y Opinión
La farra bancaria en Brasil y en el mundo
Las cabezas de la administración semicolonial de Brasil por el oportunismo petista (se refiere al Partido de los Trabajadores, PT. NdT) fruncen el ceño y muestran los dientes cuando son confrontados con los números sobre la inflación que corroe los salarios del trabajador; con los datos que colocan en jaque su falacia sobre la erradicación de la miseria echada por tierra apenas por la prestidigitación de descender la “línea” de ingresos que caracteriza el nivel de sobrevivencia; de esta forma compungidos por las evidencias de la diseminación del trabajo precario, que es como Dilma y su camarilla suelen publicitar el “pleno empleo”, pero la real naturaleza de este “gobierno” pocas veces queda tan a las claras como en la época de la divulgación de los balances contables de las instituciones financieras que operan en Brasil, descubriendo a quien sirve de hecho este grupo de canallas.
Ahora mismo, el banco Itaú acaba de anunciar que registró en el 2013 el mayor lucro de la historia del sistema financiero brasileño. Itaú cerró las cuentas del año pasado con un lucro líquido contable de 15,696 millones de reales, por encima del resultado de 13,594 millones de reales registrado el año anterior y batiendo un récord anterior que le pertenecía a él mismo, Itaú, registro en el 2011, cuando sus accionistas repartieron una cuantía de 13,837 millones de reales, botín formado, ayer y hoy, por la alta rentabilidad de especulación institucionalizada por los impuestos más altos del mundo cobrados a los usuarios, en el contexto de una farra bancaria vigente bajo la “regulación” del Banco Central.
El banco Itaú, que desde la administración de FHC (Fernando Henrique Cardozo, ex presidente de Brasil. NdT) se benefició mucho de las privatizaciones de bancos regionales, se convirtió en la tercera mayor institución financiera del hemisferio sur del planeta en noviembre del 2008, cuando sacramentó la fusión con el antiguo Unibanco, en una maniobra monopolista, que fue sin embargo aprobada por el Consejo Administrativo de Defensa de la Economía, CADE –que en teoría existe justamente para cubrir las prácticas monopolistas-, que muy bien explica los récords de ahora y que en la época fue cancelada por el entonces jefe del Banco Central, Henrique Meirelles.
En mayo del año pasado Itaú compro la operadora de cartas de créditos Credicard por 3 millones de reales, y ahora, em enero de 2014, anunció la compra del banco chileno CorpBanca por 3,7 millones de dólares, reforzando su posición de transnacional brasileña para orgullo de Luiz Inácio (Lula. NdT).
Fuente: A Nova Democracia Nº 126 Año XII, 2ª quincena de febrero de 2014
http://www.anovademocracia.com.br/no-126/5217-a-farra-bancaria-no-brasil-e-no-mundo