
23/07/14
Por: Patrick Granja
Reproducimos un artículo del periódico democrático y popular “A Nova Democracia” sobre los acontecimientos en Brasil ocurridos durante el mundial de fútbol. La “fiesta” deportiva contó necesariamente con la represión y muerte, algo que la prensa comercial y reaccionaria oculta deliberadamente, pero a diferencia de otras fiestas millonarias de la FIFA en Brasil se ha encontrado con una movimiento popular organizado y una prensa democrática revolucionaria para poner al descubierto las miserias del evento y desnudar que quienes ganan con esto son fundamentalmente los imperialistas y la gran burguesía brasileña, un desenmascaramiento que pesa al gobierno y a los oportunistas y revisionistas que pretendían detener las protestas del movimiento popular diciendo que “no es el momento”. La “copa de las copas” fue para el pueblo la “Copa de las tropas”, estuvo precedida por más de 170 mil despedidos y 14 obreros muertos en la construcción de la infraestructura para la FIFA, además durante el mundial el gobierno de Dilma efectuó una represión brutal tomando presos políticos en Goiana, Sao Paulo, Belo Horizonte y Río de Janeiro.
Alertamos también sobre las amenazas fascistas que se ciernen sobre la prensa democrática y revolucionaria manifestando nuestra solidaridad y nuestro apoyo a su lucha. La traducción del presente artículo es responsabilidad nuestra.
Análisis y Opinión
Estado de excepción al estándar de la FIFA
Patrick Granja
En las últimas semanas, mientras la TV intentaba distraer a las masas con el circo de la Copa, la administración de Dilma profundizaba el estado de excepción que viene siendo rápidamente instalado contra los pobres y luchadores populares. En Rio de Janeiro, el día 12 de julio, las casas de varios militantes fueron intervenidos por la policía en la madrugada. Policías civiles, todos vestidos de negro, cumplieron innumerables mandatos de prisión, búsqueda y aprensión en las casas de los activistas. Computadoras, celulares y demás artefactos electrónicos fueron secuestrados por los agentes de la Delegación de Represión a los Crímenes de Informática.
Un revolver, perteneciente al padre de una de las requeridas, que estaba con la licencia vencida, fue aprendido y cínicamente presentado como una prueba de una “formación de una banda armada”, crimen por el cual todos los presos fueron implicados. Al día siguiente, los presos fueron transferidos a las mazmorras del Complejo Penitenciario de Gericinó, en Bangu, Zona oeste.
Fueron detenidos la abogada Eloisa Samy Santiago –defendida por la Comisión de Defensa, Asistencia y Prerrogativas de AOB/RJ-, la periodista Joseane Maria Araújo –defendida por el Departamento Jurídico del Sindicato de Periodistas Profesionales del Municipio de Rio de Janeiro- y Rebeca Martins de Souza, Bruno de Souza Vieira Machado, Emerson Raphael Oliveira da Fonseca, Pedro Brandão Maia, Felipe Frieb de Carvalho, Felipe Proença de Carvalho Moraes, Rafael Rego Barros Caruso, Elisa Quadros Pinto Sanzi, Camila Aparecida Rodrigues Jourdan, Eduarda Oliveira Castro de Souza, Igor Pereira D’Icarahy y Thiago Teixeira Neves da Rocha –Defendidos por la Defensoría Pública del Estado de Rio de Janeiro y por abogados particulares-.
Aún el sábado, la prensa popular –nominalmente el periódico A Nova Democracia [AND]- fue embarrada en una entrevista colectiva realizada por el jefe de la policía civil, Fernando Veloso. El motivo: en las casas de varios activistas presos fueron encontrados ejemplares de AND, lo que supuestamente, en la mente troglodita de la policía fluminense, era otra “evidencia” de que los detenidos eran parte de una banda.
Como los activistas fueron apresados en Bangu, el viejo Estado pensó que callaría la voz de las calles en el día final de la Copa del Mundo. Los enemigos del pueblo no podrían estar más engañados. Al día siguiente, más de dos mil personas tomaron las calles de Tijuca, Zona Norte, para protestar contra la farra de la FIFA y la criminalización de la lucha popular. Fue la mayor movilización en Rio de Janeiro desde el inicio del megaevento.
La primera manifestación comenzó muy temprano, a las 10 de la mañana. Manifestantes dejaron la plaza Alfonso Pena y siguieron en dirección a otra plaza, a Saens Peña, ambas en los alrededores del Maracaná.
Al llegar a Saens Peña, los manifestantes se juntaron a un grupo de moradores de las favelas y varias organizaciones de la juventud combatiente. En el local, comenzaba la concentración del acto unificado entre las banderas “FIFA Go Home” [Fuera FIFA] del Frente Independiente Popular (FIP-RJ), y “A festa nos estadios não vale as lágrimas nas favelas” [La fiesta en los estadios no vale las lágrimas en las favelas].
- Yo soy madre de un preso activista. Hoy estoy aquí en nombre de él. A él lo cogieron en las calles y yo estoy en su lugar, intentando hacer un poquito de lo que él hacía, filmando, fotografiando. Es un sentimiento de impotencia, de revuelta. Yo quedé muy traumatizada cuando se llevaron las cosas de mi casa. Usted se siente impotente al ver que ellos toman las cosas de su hijo en el suelo, buscando cosas, y usted sabe que su hijo no es un marginal, pero es tratado como uno. Hoy tengo miedo de que entre un bandido en mi casa, o que entre la policía. Yo tengo miedo de los dos, porque no se quien puede invadir mi casa en cualquier momento –relató Roseline durante la concentración del acto-.
No tardó mucho para que los manifestantes dejasen la plaza en dirección del Maracaná entonando palabras de orden contra la FIFA y el Estado reaccionario. En cuestión de minutos, más de dos mil policías bloquearon todas las calles de acceso a la plaza, dejando manifestantes cercados por todos lados. Pacíficamente, las personas intentaron convencer a los policías de abrir el camino y fueron respondidas con bombas de gas y efecto moral.
Ninguna piedra fue lanzada de vuelta. Aún así, los “robocops” de la policía militar hicieron la sucia tarea de siempre e iniciaron una verdadera masacre en la médula del cerco policial.
Recordando escenas de las protestas contra el régimen militar fascista, caballos de la PM avanzaron sobre la masa atacando a quien estuviese al frente. Mujeres, ancianos, periodistas, abogados, socorristas, fotógrafos, activistas, ninguno quedó libre. El cineasta canadiense Jason O’Jara fue cobardemente tirado al piso agredido por los policías. Uno de los PMs [Policía militar] inclusive robó su micro cámara que estaba sujeta a su casco. El fotógrafo Alexandre Firmino capturó de manera flagrante el momento en que un PM atacaba brutalmente a una manifestante con golpes de vara de goma.
La acción duró cerca de dos horas y dejó 36 personas heridas. Seis activistas fueron detenidos, un fotógrafo tuvo la muñeca quebrada, un cineasta tuvo la pierna suturada y seis profesionales volvieron a sus casas con sus equipos destruidos o dañados. Sin excepción, todos fueron víctimas de la policía. Muy asustadas, las personas corrieron para el interior de la estación del metro Saens Peña, donde los PMs siguieron protagonizando escenas de violencia gratuita contra las masas. No hubo ninguna reacción violenta de los manifestantes lo que no contuvo el sadismo de la policía política de Dilma, Pezão y Cabral.
Aún después cuando ya no había nada más en la plaza el cerco permaneció y cerca de mil personas fueron mantenidas durante dos horas en una cárcel privada por la PM. Cuestionados, los comandantes de la operación dijeron que seguían órdenes del Palacio Guanabara y que ni los moradores ni los trabajadores de la región podían pasar.
En los días después del acto, debido a la enorme repercusión de los videos de AND denunciando las violaciones practicadas por la PM, cuatro policías fueron detenidos, entre ellos, los PMs que victimaron con robos y agresiones al cineasta Jason O’hara; el fotógrafo del portal Tierra, que tuvo su equipo de trabajo destruido por un policía; y la artista plástica Aline Campbell, agredida a puntapiés por un policía. Fueron detenidos administrativamente los soldados Carlos Henrique Ferreira, Cristiano Ximenes, Jair Portilho Júnior y Rogério Costa de Oliveira.
Al mismo tiempo, fue aceptado el pedido de habeas corpus de 13 activistas presos. Sin embargo, permanecen presos Elisa Quadros Pinto Sanzi (Sininho), Camila Aparecida Rodrigues Jourdan, Eduarda Oliveira Castro de Souza, Igor Pereira D’Icarahy y Thiago Teixeira Neves da Rocha. La influencia del periódico con sus videos y reportajes ha sido cada vez mayor en medio de las masas, lo que preocupa a los agentes de la policía política de Dilma, sedientos por más represión y cerco. Según los abogados del pueblo, una acción de la justicia burguesa contra AND puede ser llevada a cabo por el Estado reaccionario en cualquier momento.
A Nova Democracia es un periódico legalmente establecido en Rio de Janeiro. Cumple con todas las normas burocráticas exigidas a las empresas del país. Tiene un trabajo reconocido nacional e internacionalmente. Por eso repudia cualquier tentativa del viejo Estado, a través de sus policías y miembros judiciales, de implicarla en cualquier acusación de crimen, sea del tipo que fuera. En caso se conforme cualquier ataque o tentativa de intimidarnos se estará configurando el mayor atentado a la prensa libre de Brasil en décadas.
El periódico A Nova Democracia también repudia vehementemente la violación del derecho a la libre manifestación ocurrido en Sao Paulo, Belo Horizonte y Rio de Janeiro, a través de tácticas militares fascistas utilizadas por las fuerzas de represión estatales y federales. Repudia vehementemente el cercenamiento del trabajo de la prensa popular y democrática, entendiéndola como castración de otro derecho tan propalado por la propia burguesía, la libertad de prensa.
Tomado de: http://www.anovademocracia.com.br/no-134/5457-estado-de-excecao-padrao-fifa