La lucha en Ucrania contra el imperialismo fascista

Las milicias están combatiendo la arremetida fascista del gobierno de Kiev

Por: Análisis y Opinión

25/08/14

Estamos en un momento en que la situación política en el mundo se agita y convulsiona con diferentes procesos militares que tienen características particulares, como las luchas en Ucrania, Palestina, Iraq, sin embargo ellas tienen en común la acción del imperialismo (yanqui, ruso, chino, europeo), las burguesías lacayas y los pueblos explotados; la contradicción entre el imperialismo y los pueblos oprimidos y la contradicción interimperialista, es decir, el conflicto de intereses entre las potencias imperialistas, son los que atizan permanentemente estos enfrentamientos y generan condiciones favorables para la revolución. Sin embargo, la falta de una dirección proletaria de manera general, retrasa los objetivos generales de la revolución, por ello la tarea de los revolucionarios en el mundo es construir esa dirección apoyándose donde esta construcción se lleva a cabo, nos referimos a los procesos donde el Partido revolucionario y las masas llevan adelante luchas de transformación como sucede en la India.

El conflicto ucraniano es una muestra de la complejidad a la que nos referimos, desde un inicio se enfrentaron los sectores de la burguesía para establecer alianza con la Unión Europea o continuar los lazos tradicionales con Rusia, esta burguesía (conocida como oligarquía) ha jugado un papel oportunista al servicio por momentos del imperialismo ruso y en otros momentos al servicio del imperialismo europeo y norteamericano.

Los intereses de los grupos de la gran burguesía ucraniana son los intereses de las grandes potencias imperialistas que buscan el control de los recursos energéticos y el control geopolítico de la región. Los intereses europeos en Ucrania están más centrados en controlar los recursos energéticos mientras que Estados Unidos busca establecer una zona de influencia para contener a Rusia. Por su parte Rusia necesita mantener su zona de dominación política y económica por ello ha intervenido en Ucrania y se ha hecho de la región de Crimea, zona de alta importancia estratégica que además aloja su flota militar en el puerto de Sebastopol.

Pero el conflicto está mediado también por otros elementos, una alta población rusófona y una historia bastante ligada a la lucha antifascista en la segunda guerra mundial, en particular en la zona este del país. Desde el año pasado se iniciaron protestas contra el gobierno pro ruso corrupto de Yanukovich y poco a poco las protestas fueron protagonizadas por elementos ultranacionalistas ligados al fascismo ucraniano. Cuando en febrero de este año el poder político del Estado ucraniano se definió por la burguesía pro yanqui-europea y se distanció de los intereses rusos y conculcó derechos a los rusófonos, el conflicto estalló a escala nacional.

El nuevo gobierno ucraniano se conformó con miembros de partidos ultrarreacionarios, algunos abiertamente pro nazis y rabiosamente anticomunistas que emprendieron una serie de acciones contra los sectores populares organizados (en particular sindicatos y el partido comunista revisionista). Los grupos de matones del nuevo gobierno salieron del partido Svodova y Pravy Sector, ambos partidos reaccionarios y herederos del ultranacionalista Stepan Bandera, sujeto que durante la segunda guerra mundial se alió con Hitler y fue cómplice de las matanzas que los nazis hicieron en territorio ucraniano y en toda la Unión Soviética.

El pueblo ucraniano respondió a esta ofensiva, en particular las poblaciones de origen ruso (aunque no exclusivamente) por que el gobierno conculcó muchos de sus derechos y se abrieron zonas de resistencia en diversos puntos del país, principalmente en la zona este donde se encuentran las poblaciones cercanas a Rusia y muy ligadas históricamente a la lucha antifascista. Se produjeron muchos enfrentamientos entre grupos de choque nazifascista, que cuenta con la protección de la policía, y los sectores organizados, en muchos casos los grupos del gobierno golpearon a la gente con particular salvajismo y odio racial.

Las zonas del este de Ucrania estallaron en lucha y algunas regiones se proclamaron rebeldes al gobierno instalado en Kiev (la capital de Ucrania), los intereses rusos posibilitaron que la región de Crimea, que en un referéndum decidió separarse de Ucrania y anexarse a Rusia, pase a control ruso. Este ejemplo fue seguido por las poblaciones de Lugansk y Donetsk donde mediante referéndums también decidieron separase del Estado ucraniano y se proclamaron como república popular independiente.

La proclamación de las repúblicas populares de Lugansk y Donetsk han rebasado los cálculos de Putin (presidente ruso), en estas poblaciones se organizaron milicias de autodefensa e instituciones de gobierno autónomo, se organizó la lucha para enfrentar al gobierno de Kiev. Los intereses de las repúblicas son diversos y hay una lucha de intereses clasistas también, pero la lucha por la defensa de la república popular y la lucha contra el fascismo son elementos centrales del programa de las milicias, éstas han retomado los símbolos de la historia soviética y están defendiendo su territorio y a la población.

El gobierno fascista consolidado en Ucrania ha lanzado una ofensiva criminal contra las poblaciones en estas repúblicas así como una represión generalizada en todo el país contra las protestas. El ejército ucraniano y las hordas nazis organizados en la “guardia nacional”, organismo creado por el gobierno para enlistar a los partidarios de Svodova y Pravy Sector, están bombardeando de manera indiscriminada a las poblaciones en las repúblicas populares, están cometiendo crímenes de guerra asesinando mujeres, ancianos y niños, lanzan proyectiles sobre barrios con población desprotegida y sus operaciones de cerco muchas veces tienen el objetivo de cortar la comida y agua a la población civil, el gobierno fascista ucraniano actúa con el apoyo del imperialismo yanqui y europeo, mientras que Rusia, que prometió defender a estas poblaciones de origen ruso hace malabares para conciliar intereses con los otros imperialismos y desentenderse de los milicianos consecuentes de los gobiernos populares fortaleciendo a los oligarcas que existen en este frente.

Por su parte los milicianos han librado duras batallas con el ejército ucraniano obteniendo grandes victorias, sin embargo, la desproporción de armamento inclina la balanza a favor del ejército, la lucha de los milicianos ha generado simpatía en muchos pueblos del mundo, en particular por su mensaje claro contra el gobierno nazi fascista de Ucrania. El actual conflicto en Ucrania ha dejado en segundo plano (pero no ha desaparecido) la pugna interimperialista entre EEUU-UE y Rusia y ha puesto en primer lugar la lucha contra el imperialismo en una lucha antifascista de liberación que todos debemos apoyar. Si bien en las repúblicas populares hay contradicciones e intereses diversos, hoy la lucha antifascista (y antinazi) y la lucha por la liberación, es el factor predominante por ahora y merece el apoyo de los revolucionarios del mundo.

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