Bolivia, estado opresor de las mujeres

Protestas ciudadanas contra los politicos machistas

Por: Análisis y Opinión

7/10/14

Como pocas veces en esta campaña electoral hemos visto un enorme derroche de ideas retrógradas contra las mujeres. Mentalidad patriarcal y misógina han mostrado los candidatos y autoridades políticas y esto no solamente denigra y ofende a la mujer, sino que tiene efectos concretos en su integridad pues devienen en golpes, violaciones y asesinato.

Los datos de las Naciones Unidas respecto a mujeres muertas indica que cada 3 días muere una mujer a manos de su cónyuge o ex cónyuge mientras que el Centro de Información y Desarrollo de la Mujer (CIDEM) registra 59 muertes de mujeres en medio año. Esta cifra impresionante nos revela el grado de opresión patriarcal a la que están expuestas las mujeres aparte de soportar la opresión de clase.

El viejo sistema se jacta de haber elaborado leyes para combatir estos crímenes, Evo Morales y sus acólitos han declarado en reiteradas oportunidades que este gobierno es el que más leyes ha promulgado en defensa de la mujer y que a raíz de esto las mujeres están protegidas, sin embargo, estas leyes son papel mojado pues los casos de violencia, muchas veces con muerte, contra las mujeres por diversos motivos así como por el simple hecho de ser mujer han llegado a cifras alarmantes. Para muestra de que la lírica del gobierno es palabra hueca basta ver que la Ley para garantizar a las mujeres a una vida libre de violencia, aprobada en este gobierno aún no cuenta con reglamentación porque el gobierno no destinó presupuesto para ello.

Pero sería iluso pensar que con leyes se va a solucionar este problema, el patriarcado se encuentra profundamente incrustado en la médula del sistema de reproducción social. Este sistema genera explotación y diferenciación de clase y ello refuerza la idea de superioridad e inferioridad en base a la extracción de clase, a la raza y el género así como el poder para oprimir; si queremos acabar con el patriarcado hay que acabar con este sistema, todo lo demás no sirve.

La realidad nos muestra que a pesar de las leyes las mujeres siguen muriendo. Muchos estudios han demostrado la dificultad de las mujeres de encontrar justicia cuando son violentadas, la concepción patriarcal de las autoridades judiciales se erige como un inmenso obstáculo que generalmente condena a la mujer por “no comportarse” o “no vestirse” como manda la norma social. Los procesos abiertos contra los agresores tienen un marcado carácter de clase, se trata de gente pobre y sin conexión con el poder político, cosa que no ocurre cuando se trata de gente adinerada o con relación con el Estado, a éstos solo les llega el escándalo cuando son descubiertos. Esto muestra claramente la conexión de la opresión patriarcal con la opresión de clase.

Lo evidente y terriblemente grave para las mujeres en general es la promoción de patriarcado por el Estado y los sectores dominantes, esto ocurre cuando se promueve la impunidad de aquellos que pueden comprar la justicia y tienen conexiones con el corrupto poder judicial. Por ejemplo el candidato a presidente Samuel Doria Medina amenazó a una mujer, esposa del vocero de su partido, para que no denuncie públicamente a éste por las agresiones sufridas. A esto hay que sumar una larga lista de opositores violentos contra las mujeres. Todos estos casos no pasan del escándalo político que oportunistamente utiliza el gobierno para sacar votos.

Pero si esto fuera una competencia definitivamente el gobierno se llevaría el premio, tiene en sus filas a golpeadores de mujeres, violadores de trabajadoras, cortadores de rostro a sus esposas, violadores a sus hijas y la gran mayoría de ellos protegidos por el poder. El MAS tiene también a gente con concepciones altamente retrógradas como su candidato a primer senador en Cochabamba, Ciro Zabala, quien prácticamente acusó a las mujeres de ser violentadas por no saber vestirse y por ser borrachas, esto si bien despertó una ola de indignación de mucha gente también levantó el tufo reaccionario de otros que daban la razón a Zabala aduciendo que las mujeres deben comportarse (o saber ubicarse) porque incitan al hombre a hacer cosas debido a su “naturaleza de macho”.

Recientemente un informe de la Defensoría del Pueblo reveló que el alcalde de Santa Cruz, Percy Fernández vulneró los derechos de las mujeres en 9 casos (entre los que se encuentra el manosear a mujeres en público) y solicitó una investigación a la fiscalía. El alcalde cruceño es hoy un aliado y protegido del gobierno, varios de estos casos de vulneración de los derechos de las mujeres lo ha hecho en presencia de ministros de Estado y del propio presidente de la república.

Pero quien tiene licencia para agredir e insultar a las mujeres con total impunidad es Evo Morales. Desde hace años el jefe del régimen hace comentarios públicos ofensivos como cuando dijo “soltera embarazada, Evo cumple” o cuando cantó coplas en la plaza Murillo junto a sus ministras donde decía que “a las ministras les quita el calzón” y “a las bartolinas se las lleva a la cama”, más ofensivo aún el recomendar que joven que embaraza a una chica que se vaya al cuartel porque ahí no le va a pasar nada o cuando sucedía la marcha de los indígenas del TIPNIS ordenó a sus militantes ir a enamorar a las indígenas para convencerlas de no marchar.

A pesar de la lluvia de críticas y la indignación de muchas personas el jerarca parece no detenerse, y esto sucede porque hay un interés generalizado en los “formadores de opinión” de no ahondar el descrédito de las instituciones estatales y la figura presidencial, por ello miran de lado o justifican las groserías del mandatario como ocurrencias jocosas e inocentes, así ocultan la crisis moral del viejo sistema. Esto da pie para que Morales, en plena campaña electoral e indignación por los escándalos misóginos de los candidatos, continúe con sus atropellos por ejemplo cuando en una inspección a una poza sísmica en el Chapare le pregunta a dos mujeres si eran “perforadoras o perforadas”.

Esta promoción de ideas retrógradas desde el poder y desde la principal autoridad del viejo Estado tiene consecuencias graves para las mujeres, en especial si son mujeres de las clases explotadas. En este caso no solo son palabras ofensivas que les caen encima, sino es violencia criminal y brutal como el caso de la violación de una menor discapacitada por cinco agentes policiales de lo que ya hemos denunciado en una edición pasada y que hasta la fecha existe total impunidad. El Ministro de gobierno habló en ese entonces de “no dejar la basura bajo la alfombra”, una declaración totalmente hipócrita pues a la semana siguiente encubrió a otro golpeador de mujeres y cómplice de los violadores de la menor discapacitada, el comandante departamental de la policía de Cochabamba (ahora retirado por algunos escándalos en la prensa) aduciendo que las denuncias de violencia contra su esposa son un problema de la vida privada al que no hay que meterse.

La decadencia del viejo sistema es un peso enorme para las mujeres quienes no solamente tienen que luchar contra el hambre y la miseria vendiendo en las calles en largas jornadas, trabajando en las fábricas en condiciones insalubres o labrando el campo en condiciones duras, deben también enfrentarse a la violencia patriarcal siendo sometidas al espacio privado muchas veces violento e insultadas y humilladas cuando incursionan en el espacio público, ser objeto de la burla misógina y machista promovida por el régimen quien a cada momento le asigna el papel de objeto sexual o una condición de inferioridad frente al hombre a la vez que se jaca en público de “haber sancionado la mayor cantidad de leyes de protección para las mujeres”.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s