
Análisis y Opinión
09/12/14
El pasado 26 de noviembre el dirigente de la carrera de Sociología de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), el compañero Rimber Gutierrez Limachi, fue golpeado brutalmente por un grupo de cinco personas, dos de ellas con el rostro cubierto, cuando llegaba a su domicilio aproximadamente a las 8:30 de la noche, ese día más temprano en la Universidad, el compañero y otros dirigentes enfrentaron una trifulca organizada y dirigida por gente afín al rector, Miguel Ángel Vargas y a la eterna dirigente de la carrera de Trabajo Social, Mónica Eva Copa.
Producto de esta golpiza el compañero Rimber se encuentra hospitalizado y ya ha sido sometido a una intervención quirúrgica y es probable que necesite otra más, los matones golpearon al compañero en los genitales mientras lo amenazaban para que no siga hablando. Rimber junto al movimiento universitario progresista viene denunciando la injerencia del MAS en la Universidad y está pidiendo la rendición de cuentas a las autoridades universitarias sobre el manejo económico.
No hay que ser un genio ni se precisa mayor “evidencia” para darse cuenta de donde viene el ataque contra el movimiento estudiantil progresista y revolucionario. La Universidad Pública de El Alto viene siendo sometida a una injerencia por parte del gobierno a través de dirigentes oportunistas que tienen deudas económicas pendientes con la Universidad y la justicia, estos dirigentes han sido denunciados por robos y negociados, así como acuerdos políticos oscuros a espaldas de las bases para hacerse de cargos en el Estado. Precisamente estos dirigentes forman parte del Movimiento al Socialismo de Evo Morales y han postulado a la aprendiz de capataz Mónica Eva Copa al cargo de Senadora, cargo que ha obtenido y por ello fue acreditada por el gobierno en una sesión que contó con la participación del rector de la UPEA y toda la recua que la sigue.
La flamante senadora sin embargo no quiere dejar el feudo dirigencial estudiantil y por ello organiza a centros de estudiantes adictos a su política prebendal para arremeter contra el movimiento estudiantil autonomista. El día 26 de septiembre, Copa y su gente buscaban la acreditación de un centro de estudiantes apócrifo que no había sido reconocido por la Federación Universitaria Local (FUL) pero que pretendía el reconocimiento del Concejo Universitario, algo similar a lo que ocurrió con ella pues la “dirigente-senadora” no cuenta con el reconocimiento de la FUL pero sí con el de sus amigos en el Concejo Universitario. Al verse impedida en sus intenciones de acreditar a su centro afín, Copa movió a su tropa de choque para secuestrar por varias horas a los concejeros sin conseguir sus objetivos. Un grupo de esta gente aparentemente siguió al compañero Rimber cuando, ya por la noche, se retiraba a su domicilio donde fue atacado violentamente.
Como hemos dicho no hace falta ser un genio para darse cuenta que es la gente del MAS en la Universidad la que está detrás de este acto criminal, esa gente ha pretendido relativizar el hecho, pidiendo “pruebas fehacientes”, diciendo que el compañero Rimber estaba borracho o que “ha sido una pelea entre ellos”. Estos argumentos bastardos buscan negar la responsabilidad criminal de los masistas en la Universidad y esconder la práctica de persecución política y matonaje contra el movimiento popular estudiantil que se opone a la injerencia del gobierno y al loteamiento de la universidad a través de la corrupción y la prebenda.
Condenamos vehementemente esta acción de persecución y violencia política contra el compañero Rimber Gutiérrez, llamamos a defender su integridad física y su representación como dirigente que ahora viene siendo apetecido por el oportunismo canalla que busca aprovechar la convalescencia de Rimber, llamamos a defender la autonomía universitaria de la injerencia del gobierno de Evo Morales en la UPEA y de sus operadores que hacen de la política universitaria un trampolín mafioso para conseguir puestos en el Estado, finalmente condenamos la política gamonal matonesca que el MAS emplea en la UPEA al estilo de las viejas dictadura militares.
Solicitamos a los estudiantes democráticos y a las organizaciones progresistas dentro de Bolivia y fuera de ella que se pronuncien y condenen estos hechos.
Pueden enviar su protesta al Consejo Universitario de la Universidad Pública de El Alto y una copia al Centro de Estudiantes de la Carrera de Sociología de la UPEA.
Totalmente condenable y repudiable la utilización de matones, por parte de las autoridades de la UPEA y otras que no siéndolo actúan con total impunidad como la electa senadora Mónica Copa, para golpear y amedrentar a estudiantes que solamente buscan que sus derechos se respeten, que están contra la corrupción, que exigen transparencia en la UPEA, y que se vinculan a las luchas del pueblo alteño demandando la no injerencia de un gobierno que no representa sus intereses.
El MAS hace de Bolivia un Mexico chiquito al emplear la persecución política y matonaje contra los estudiantes progresistas que se oponen a sus nefastos intereses. Hay que erradicar la lacra masista de la Universidad