Siguiendo la política del gobierno de Lula la nueva administración del gobierno brasileño, en manos Dilma Rousself, continúa apañando la práctica asesina de los latifundistas. Muchos dirigentes campesinos que luchan consecuentemente por la tierra han muerto y siguen muriendo, son perseguidos y encarcelados. Esta práctica sistemática del poder gamonal en Brasil se desarrolla en complicidad con las autoridades del Estado y pone al descubierto la esencia reaccionaria del Estado y su demagógica careta de “gobierno progresista”.
En solidaridad con la causa del movimiento campesino brasileño reproducimos esta denuncia realizada por la Asociación Brasileña de Abogados del Pueblo (ABRAPO) y la Asociación Internacional de Abogados del Pueblo, y sumamos nuestra voz de protesta en contra de la política represiva del Estado brasileño.
Análisis y Opinión.
Marzo de 2012 Sigue leyendo