
Estamos en contra de las elecciones porque no traerá ninguna solución al pueblo boliviano, porque es una bandera falsa, porque engaña a los sectores explotados dando esperanzas en el sistema y en “gobiernos legítimos” cuando la pandemia está exponiendo, con mayor fuerza, la crisis general del capitalismo y del imperialismo, que de lo que se trata es de derrocarlo y construir un sistema y sociedad nueva, radicalmente diferente.
Gabino Ingenio
22/06/20
La convocatoria a elecciones ha sido aprobada, a regañadientes, por la presidenta Jeanine Añez, quien ha responsabilizado a los demás candidatos por las posibles consecuencias de contagio y muerte que pueda suceder debido a la pandemia; sin embargo, esta lavada de manos no le quita la responsabilidad que tiene porque también actúa, como los conservadores, liberales y revisionistas, con cálculo político y viendo como esto afecta o no a su candidatura.
En medio de una crisis general, una mediocre administración de la crisis y un aumento significativo de los contagiados por el Covid-19 los sectores políticos han acordado llevar adelante las elecciones generales para el 6 de septiembre de este año. Con alguna excepción, todos los partidos se pusieron de acuerdo en hacerlo en este tiempo importando más el cálculo político que la salud de la población. El jefe nacional de epidemiología del Ministerio de Salud, Virgilio Prieto, con referencia a esto ha dicho “En este momento hay que pensar en la gente que está muriendo. Se está muriendo la gente, no va a haber espacios en los hospitales, como no ha habido en ningún lugar del mundo”.
Que la política en el país tenga un manejo precario e improvisado, especialmente con un problema como el nuevo coronavirus que ha puesto en evidencia que lo último que han hecho los gobiernos (incluido el MAS) es invertir en salud, no es nuevo. No tenemos una cantidad grande de fallecidos como en algunos países vecinos, pero el sistema de salud ya ha colapsado. El departamento del Beni ha vivido una verdadera tragedia con pacientes que morían en la puerta de los hospitales, en las calles, con personal médico que al no tener medidas de bioseguridad se han contagiado y muerto. Sigue leyendo