¡¡Fuera imperialistas de Siria y el mundo!!

donald-trump-mitin-furioso-reuters

Análisis y Opinión

15/04/2017

El ataque norteamericano ordenado por Donald Trump con misiles crucero tipo Tomahawk a la base aérea del Ejército Sirio en Shayrat se realizó bajo el pretexto de un supuesto ataque con gas sarín por parte del gobierno de Bashar Al Assad a la población civil en la ciudad siria de Jan Sheijun en la provincia de Idlib donde murieron más de ochenta personas entre las que habían muchos niños.

No es la primera vez que Siria es acusada de usar gas tóxico en la guerra que lleva adelante contra los grupos fundamentalistas y la oposición armada interna. El 2013 los imperialistas occidentales acusaron también al gobierno sirio de usar armas químicas contra la población y prepararon una intervención en territorio sirio, inclusive cuando los inspectores de la ONU no habían hecho la investigación. El resultado sin embargo liberó a Siria de la responsabilidad del uso de armas químicas y por el contrario relacionó a los grupos fundamentalistas con éstas, a pesar de ello el imperialismo yanqui realizó su intervención y continuó propagando la idea de la responsabilidad siria en el ataque con gases.

Se trata de un viejo método de lanzar acusaciones graves, incluso inventadas, como el caso de las “armas de destrucción masiva de Sadam Hussein” para intervenir militarmente y sellar la política de hechos consumados como sucedió en Iraq. La hipocresía imperialista y su voracidad por saquear a los pueblos del tercer mundo no tiene límites.

Estamos viviendo en un mundo donde la guerra de rapiña (guerra de potencias imperialistas por el saqueo de recursos) está a la orden del día, la contradicción entre imperialismo y naciones oprimidas es la contradicción principal en el mundo y su expresión es lo que sucede en Siria, Iraq, Ucrania, Afganistán, Yemen y otras tantas naciones invadidas por el imperialismo.

El conflicto sirio sintetiza la pugna de intereses por recursos energéticos (gas y petróleo) e involucra a las potencias locales como Arabia Saudita, Qatar y Turquía que han armado y promocionado grupos fundamentalistas que invadieron Siria aprovechando la coyuntura de descontento y oposición interna, incluso armada, contra el brutal gobierno de Bachar Al Assad. Detrás de estas potencias locales se encuentran los intereses europeos por diversos motivos. Alemania, Francia e Inglaterra están involucrados en la provisión de armas a los grupos opositores con el interés de sacar a Al Assad del poder y colocar a un títere que sirva a sus intereses. Por su parte el imperialismo yanqui se involucró durante el gobierno de Barack Obama con el interés de restar la influencia geopolítica rusa en la región.

Detrás del presidente sirio Bashar Al Assad está la potencia imperialista rusa, que se siente debilitada debido a las posiciones ganadas por el imperialismo yanqui en Libia, Egipto y Túnez; por ello el ejército ruso se ha involucrado fuertemente en la llamada “guerra contra el terrorismo” en Siria, con el objetivo fundamental de mantener a Al Assad en el poder.

El imperialismo, ruso, europeo y yanqui, han convertido a Siria en su campo de batalla, lo que menos le importa a esta gente es la población civil, las mujeres, los ancianos o los niños. El fascista Donald Trump es en realidad un gran hipócrita cuando dice que ha ordenado el ataque con misiles a la base siria conmovido por la muerte de niños con gas. Por ejemplo a este sujeto no le importa los miles de niños que están en peligro de muerte por sus bombardeos en la ciudad iraquí de Mosul, no le importa que hace una semana las tropas lideradas por los americanos hayan matado más de veinte personas civiles en un bombardeo en Siria, a Trump y todo el imperialismo yanqui jamás le importó las enormes víctimas civiles, entre los que hay miles de niños debido a las bombas con fósforo blanco y uranio enriquecido que lanzaron en Iraq.

nenu-enfermu-faluya-iraq

Productos de las bombas lanzadas por los yanquis en Irak, muchos niños de Falluya han tenido secuelas debido a la material radiactivo que les alcanzó de las bombas de fósforo blanco y uranio enriquecido.

Sin embargo la prensa reaccionaria mundial ha hecho eco de las falsas palabras de este fascista yanqui y lo mismo han hecho las cadenas comerciales periodísticas en nuestro país como muñecos de ventrílocuo que ni siquiera se han investigado un poco a fuentes más objetivas sobre el tema.

Los bombardeos yanquis en Siria y el realizado en Afganistán recientemente no se dan fundamentalmente por “combatir el terrorismo” o por sancionar a gobiernos que cometen violaciones a derechos humanos, ni por combatir regímenes autoritarios o brutales como lo es el de Al Assad, tampoco se dan porque tal o cual país viola las normas internacionales sobre uso de armas o normas de la guerra. Basta ver al gobierno Israelí, protegido por el gobierno yanqui, cuando detiene y mata niños, ocupa o bombardea barrios palestinos con total impunidad; el gobierno yanqui tiene como aliados a verdaderos criminales fascistas como el gobierno de Arabia Saudita, el de Turquía o Pakistan, incluso este último desarrolló armamento nuclear sin tener ninguna sanción o amenaza de sanción como sucede con Corea del Norte, también está el nuevo gobierno ucraniano que desató fuerzas retrógradas pro nazis que son parte del actual gobierno, esas fuerzas reaccionarias no dudaron en levantar como héroes a colaboradores nazis y organizadores de razias contra judíos durante la segunda guerra mundial. Esta es una pequeña lista de todo un rosario de gobiernos brutales que distan abiertamente de los llamados “valores norteamericanos” pero son aliados de Trump.

Con aviones y bombas el imperialismo yanqui lleva su “democracia” a la región, pero en realidad no les importa si comparten o no sus “valores”, el “valor” principal que cuenta para el imperialismo es el que sirvan a sus intereses económicos y políticos.

hqdefault

De otro lado, la potencia imperialista rusa tiene convergencias con el imperialismo chino en la pugna geopolítica con los yanquis. El gobierno ruso es el sostenedor de Bashar Al Assad en Siria, ya que por el momento es el único que puede garantizar el objetivo ruso de ser el proveedor de energía a Europa. Rusia ha perdido influencia en Turquía y Ucrania por ello necesita del gobernante sirio a toda costa. La pugna que hay en este momento en Siria, tal como lo ha dicho correctamente el periódico revolucionario chileno “El Pueblo” es el interés de desplazar al títere pro ruso de Al Assad colocando en su lugar a un títere pro yanqui.

El oportunismo, entre los que se encuentra el gobierno de Bolivia, se ha posicionado por una aparente posición prudente contra el bombardeo yanqui pero en realidad toma partido por los intereses rusos y chinos, y en este caso particular, con el gobierno sirio. Evo Morales ha dicho en varias ocasiones que Rusia juega un gran papel geopolítico en contra de los yanquis, ha querido atribuir un carácter antiimperialista a Putin y al gobierno chino tratando de ocultar el verdadero carácter imperialista de éstos.

En Bolivia los intereses rusos a través de la Gazprom y Rosatom así como los capitales chinos, particularmente en la construcción de carreteras están tratando de disputarle la hegemonía al capital imperialista yanqui y europeo. El gobierno boliviano les ha abierto las puertas en condiciones muy favorables y ya están envueltos en una serie de escándalos de corrupción y desfalco al Estado, así también en el saqueo de recursos naturales.

El imperialismo, sea cual fuere, no puede traer nada bueno para los pueblos del mundo, es el deber de los auténticos revolucionarios combatirlos ideológica y políticamente y desenmascarar las posiciones oportunistas y revisionistas que buscan supuestos bloques antiyanquis en convergencias con otros imperialismos no menos brutales.

Solo la organización revolucionaria del pueblo con una dirección clasista podrá llevar la lucha de los pueblos a la victoria contra el imperialismo.

Deja un comentario