Es necesario acabar con el imperialismo yanqui

Imagen tomada de Internet

Análisis y Opinión

15/12/14

El imperialismo yanqui mostró nuevamente su carácter criminal con la revelación de prácticas de tortura contra presos y prisioneros de guerra clandestinos que secuestró y encerró en diversas partes del mundo. Si bien para los luchadores revolucionarios y pueblos del mundo esta no es ninguna novedad, resulta curioso que los liberales en nuestro país, en una actuación de lacayos del imperio, quieran hacer pasar este reconocimiento como un acto de libertad y autocrítica propia de los “valores de una gran nación”.

 

El pasado 9 de diciembre una comisión del senado norteamericano presidida por Dianne Feinstein difundió el informe titulado “Estudio del Comité sobre el Programa de detención e interrogatorio de la Agencia Central de Inteligencia” donde revela por un lado que la CIA mintió en su informe sobre las prácticas de interrogatorio a los detenidos después del 11 de septiembre en diversas cárceles del mundo y que en realidad esos interrogatorios estaban basadas en técnicas brutales y criminales que constituían, según las normas internacionales, torturas, tratos crueles e inhumanos, asesinatos y desaparición.

 

Las brutalidades yanquis en el mundo

Que el gobierno norteamericano revele de tiempo en tiempo las atrocidades que comete contra los pueblos del mundo no es ninguna novedad, como ejemplo podemos señalar los archivos desclasificados de la CIA que revelan la implicación del gobierno norteamericano en el golpe de Pinochet o la participación norteamericana en el Plan Cóndor; estas son cosas que los revolucionarios y los pueblos conocen y estos documentos del imperialismo lo comprueban. Pero generalmente esta “confesión yanqui” se hace en el marco de las contradicciones que existen dentro de las esferas de poder, las pugnas de los partidos reaccionarios que tienen intereses particulares en coyunturas concretas o la lucha de las personas progresistas y democráticas por acceder a la verdad sobre las acciones de su gobierno.

 

El que el imperialismo yanqui haya revelado ese informe brutal no tiene nada que ver con ciertos “valores” de la nación yanqui, no tiene que ver con algún homenaje a la libertad o una autocrítica sobre sus acciones. Los pueblos del mundo conocen muy bien la brutalidad yanqui y su ambición de dominación, los pueblos de América Latina han sufrido en carne propia las acciones criminales de éste; por ejemplo la creación de la Escuela de las Américas que entrenó a generaciones de gorilas en el continente para la lucha contrainsurgente; estos alumnos del imperialismo no dudaron en masacrar dirigentes, sus técnicas brutales incluían las golpizas, ahogamiento, colgar a los detenidos, mutilarlos o torturar a familiares para arrancar una confesión.

 

Esta práctica no quedaba ahí, las personas asesinadas en estas sesiones de “interrogatorio” eran descuartizadas e incineradas, echadas a los ríos o al mar, enterrados en fosas comunes clandestinas de a dos o tres. En muchas ocasiones los niños bebés de los asesinadas fueron regalados a personas desconocidas o las entregaron a los militares, es decir, a los asesinos de sus padres. Esta brutal realidad la ha practicado el imperialismo yanqui y sus alumnos en países como Panamá, Honduras, El Salvador, Colombia, Argentina, Chile, Perú, Bolivia, Uruguay, Paraguay, etcétera, y hoy en día esto sucede en los lugares donde interviene militarmente como Afganistán e Iraq o donde sus lacayos defienden sus intereses como en Palestina, Siria o Ucrania. Aquí la población conoce de torturas, asesinatos, vejaciones sexuales y otros actos brutales que han ofendido e indignado al mundo entero.

 

La “gran nación” americana tiene un legado de sangre y brutalidad para con los pueblos y por supuesto tiene otro legado de riquezas y “democracia” para sus lacayos y clases dominantes socias, esa es la realidad de sus valores democráticos, esos valores que una rancia y decadente clase dominante parásita exporta al mundo pero que también aplica a su propio país, por ejemplo la brutalidad policial contra ciudadanos negros y latinos donde los policías pueden matar con total impunidad y salir libres sin ninguna acusación como lo que está sucediendo en Ferguson (EEUU) donde los policías asesinaron al joven negro Michael Brown.

 

¿Autocrítica?

Barack Obama dijo que cuando fuera electo presidente retiraría a las tropas norteamericanas de Irak, pero ha tardado más de una gestión para eso, en Afganistán aquello no ha ocurrido. Dijo que cerraría la cárcel en Guantánamo y eso tampoco ha sucedido. Las clases dominantes yanquis no actúan por algún sentimiento de honestidad, ética o moral construida en base a valores humanos; estos construyen sus políticas en base a intereses económicos y políticos de los sectores más conservadores y reaccionarios como los grandes empresarios del petróleo y de la industria militar que son los que armaron y difundieron la mentira de que Iraq poseía armas de destrucción masiva para justificar la intervención brutal que asesinó a más de un millón de ciudadanos iraquíes entre los que hubieron miles de niños.

 

La difusión del informe del Senado norteamericano no es consenso de las clases dominantes norteamericanas, el jefe de la CIA John Brennan hizo muchas gestiones para que dicho informe no se publicara, aunque no lo consiguió si logró que muchas partes de ese informe aparezcan borrados con tinta negra (y este informe es un resumen de 500 páginas de un documento de más de 6000), a la vez Brennan ha defendido la acción de los “interrogadores” al igual que otros ex directores de la CIA.

 

Pero lo más notable de los argumentos reaccionarios han sido las declaraciones del ex vicepresidente de George Bush, Dick Cheney, en cuya gestión sucedieron los hechos mencionados; Cheney ha dicho ante los medios de prensa que los agentes de la CIA actuaron como héroes y deben ser glorificados, que él lo volvería a hacer en cualquier momento, mientras señalaba que el informe estaba cargado de “mierda”.

 

Este sujeto defiende sin complejos el que los agentes hayan sometido a los prisioneros a ahogamientos que casi llevan a la muerte, que se torture a personas por 17 días sin parar, que se les prive de sueño por una semana con todo tipo de ruidos, que se les cree un ambiente totalmente oscuro durante días, que se les practique la alimentación o “hidratación” rectal, que los hayan tenido desnudos en ambientes fríos hasta la muerte por hipotermia. Esas son las perlas que saca a luz el informe y con seguridad esconde muchos otros hechos brutales practicados por los soldados yanquis. El ex analista de la CIA, Ray McGovern en el programa “In the Now” ha señalado que estas prácticas de la CIA han salido directamente del manual de la Gestapo.

 

Así que es una hipocresía y un acto de servilismo el decir que el gobierno de EEUU ha hecho una “autocrítica” y que se trata de un hecho muy positivo. En realidad es todo lo contrario. Durante estos últimos años el gobierno yanqui ha ido construyendo la idea de que hizo todo lo necesario para defenderse del “terrorismo” y que muchas acciones aunque duras están justificadas, existen incluso varias películas (una premiada con el Oscar) donde se relativiza la tortura como “interrogatorios” duros pero necesarios para “salvar a ciudadanos norteamericanos” que corrían peligro. Estos argumentos se vienen difundiendo hace varios años y se evita en todo momento usar la palabra tortura, incluso el informe del Senado habla de “Programa de detención e interrogatorio” evitando en todo momento usar palabras que relacionen violaciones de derechos humanos y las brutalidades que describe en su interior. Pero, por otro lado, de qué puede servir un informe como este a hacer justicia si ya es un acuerdo de todos, incluido Obama, de que no se va procesar a nadie por estos crímenes.

 

La “gran nación americana” y sus valores solo funciona en la mente de los liberales reaccionarios que siempre han glorificado las acciones del imperialismo yanqui y han relativizado sus acciones criminales como si fueran hechos aislados, aún cuando las propias autoridades yanquis reconocen sin tapujos que se trató de una política sistemática practicada con el consentimiento de las más altas autoridades ejecutivas. La defensa de nuestros liberales de las atrocidades yanquis queda como bastarda y lacayuna hasta el ridículo.

 

La justicia

Lo que vemos aquí es cómo funciona el sistema imperialista que dirigen los yanquis y del que forman parte las potencias mundiales, el informe revela la participación de otros Estados potencias y países atrasados donde existían cárceles clandestinas para torturar a detenidos. El imperialismo se defiende de esta forma y tiene la capacidad de actuar impunemente e incluso tener lamebotas en los países que son víctimas de sus atroces políticas. Los pueblos del mundo deben tener clara esta verdad, el imperialismo no le depara nada bueno ni puede darle justicia, todo lo contrario, es necesario derrotar al imperialismo en el mundo, acabar con ese sistema que oprime y aplasta a los pueblos del mundo para obtener justicia y un mundo mejor para vivir.

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