
Por: Análisis y Opinión
11/09/14
La dirigencia campesina ha amenazado a sus bases con controlarles el voto y castigar con chicotazo a quienes voten contra el MAS ¿a qué viene esta amenaza del gobierno a sus bases? El descontento por la imposición de candidatos reaccionarios, algunos propuestos por Evo Morales directamente, y el desconocimiento de los candidatos elegidos por las bases generó la amenaza de dar voto castigo al MAS.
Las libertades democráticas
El liberalismo trajo al mundo la idea de la libertad, una idea que tenía como base y premisa la igualdad de las personas, pero el marxismo desnudó la hipocresía liberal pues no buscaba la igualdad sino todo lo contrario, el régimen de producción capitalista que es la base de la formación liberal burguesa promueve la división de la sociedad en clases, una división que a través de la explotación económica somete a la esclavitud a millones de personas y convierte a la sociedad en un enorme campo de lucha de clases.
El régimen capitalista formalmente promueve la libertad individual, la libertad de las personas separadas de los medios de producción y la libertad para vender su fuerza de trabajo. Esta necesidad de liberar a las personas, en particular a los campesinos de sus patronos y del trabajo de la hacienda, tiene una función económica, la de disponer de mano de obra ofertada al mercado capitalista. Pero el liberalismo promovió derechos políticos como el derecho a la libertad de pensamiento, a la libertad de expresión, a la libertad de elegir, a la libertad de asociación, a la vida entre otros derechos fundamentales.
En los países capitalistas avanzados la lucha de los trabajadores consiguió logros importantes en el ejercicio pleno de estos derechos políticos, en los países atrasados, semicoloniales y semifeudales, estos derechos nunca fueron plenos. Durante años las grandes masas campesinas fueron sometidas al poder gamonal y carecían de derechos políticos. En Bolivia el régimen hacendatario privó de muchos derechos a los trabajadores, el derecho de tránsito, a la asociación, a la opinión y a la elección. Se puede decir que en las zonas rurales de Bolivia literalmente se movilizaba a la población campesina e indígena a elegir a los representantes que los iban a dominar y explotar en el parlamento por cinco años más, como decía Marx.
A los indígenas se los trasladaba en camiones y recluía en barracas cuando tenían que votar en las ciudades, a los campesinos se los llevaba también con la consigna de votar por el patrón. Esto es algo que no se acabó del todo en nuestro país a pesar de que hace más de medio siglo se declaró muerto el régimen de hacienda, aún en la actualidad persiste la coacción a los derechos de las personas en comunidades del Chaco.
El poder gamonal de los terratenientes
La opresión gamonal, el control político del poder semifeudal en beneficio de los propietarios de la tierra en el campo, no es un fenómeno exclusivo del área rural ni el gamonalismo una representación exclusiva de los grandes terratenientes, como decía José Carlos Mariátegui, se trata de una forma de funcionamiento, de un sistema atrasado que somete a la población y restringe sus libertades políticas en función de los sectores dominantes y grandes propietarios de la tierra, en este circuito incluso los dirigentes traidores del movimiento popular son un engranaje del gamonalismo.
La evolución del sometimiento gamonal en el plano de la obtención del voto se desarrolló con la introducción de la prebenda y la cooptación del sindicato, los viejos partidos políticos, en particular el MNR, hicieron de esto un ejercicio natural del Estado boliviano. Las lealtades eran ganadas por un lado debido a las medidas implementadas en el 1952 y por otro a través de regalitos a la población campesina, la lógica corporativa conseguía que las comunidades se comprometieran a votar en masa a cambio de un poco de arroz, azúcar y otros productos, las clases dominantes llamaban a esto despectivamente el “voto campesino” que implicaba un voto masivo inconsciente. La “libertad de elección” era la envoltura del mecanismo prebendal, aún en esas circunstancias los viejos partidos no promovían abiertamente el control del voto y el castigo a la disidencia.
La practica corporativa
En la actualidad la práctica corporativa supone el control de los sectores populares a través de una dirigencia sindical corrupta y altamente prebendalizada que trabaja en estrecha coordinación con el gobierno. Las autoridades gubernamentales, en particular los que tienen ascendencia en los sectores populares, comprometen a dirigentes nacionales en fiestas y borracheras, con regalos de oficinas e ítems, con autos y gasolina. El oportunista Abel Mamani por ejemplo, cuando ejercía de Ministro de Agua del gobierno se caracterizó por una gestión nula, sin embargo era útil al gobierno por la relación que tenía con distintos dirigentes de El Alto y a quienes compraba lealtades a cambio de decenas de cajas de cerveza en los prestes que organizaban.
Esta es una función que algunos dicen hoy la realiza el presidente del Senado Eugenio Rojas. Las lealtades se compran en prestes o fiestas, también en la elección de ciertas juntas vecinales o sindicatos que el gobierno tiene interés en controlar, ahí los candidatos oficialistas “de repente” aparecen con decenas de cajas de cerveza para ofrecer a sus votantes. Las formas son variadas e incluyen la prebenda lumpenesca como el caso donde algunos dirigentes de El Alto aparecieron en reuniones con desnudistas junto a funcionarios del gobierno, hoy esos dirigentes son candidatos al parlamento.
Esta forma de “ganar” dirigentes de los “movimientos sociales” no es nueva, la han practicado todos los gobiernos reaccionarios en el país. Estos dirigentes son las fichas que serán presentadas como los “movimientos sociales” que sostienen al gobierno y eso le sirve al MAS para traficar con el rótulo de “gobierno de los movimientos sociales”.
Este mecanismo prebendal se da con un sector de dirigentes, hay otro grupo que no necesita esto, son los dirigentes que salidos de los sectores populares se han acomodado económicamente y son parte de la burguesía nacional, es decir, pequeños o medianos empresarios acomodados o miembros de sectores que tienen buenas ganancias y lo que precisan del gobierno es acceso al poder político para consolidarse económicamente, nos referimos a cocaleros acomodados, cooperativistas mineros que hacen grandes negocios, transportistas enriquecidos, comerciantes importadores que figuran como informales pero en realidad manejan grandes capitales, todos estos personajes postulan al gobierno como “representantes” de sus sectores y también figuran como parte de los “movimientos sociales”.
Esta casta dirigencial que enajena la voluntad de las bases y se somete a los intereses del partido de gobierno por sus apetitos personales, trabaja estrechamente con él y cumple a rajatabla las decisiones que toman los jerarcas. Es una falacia decir que éstos son el “control social” a la gestión, eso no es real.
El control gamonal del voto
Este contexto nos permite señalar que las amenazas de controlar el voto en el área rural e incluso de castigar a quienes hagan voto cruzado (es decir, votar por Evo a la presidencia y por otro candidato a la diputación) son parte del plan del gobierno para garantizar su reelección. La dirigencia de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) ha amenazado con controlar el voto en el área rural para que todos voten a favor del MAS y no haya voto cruzado, la amenaza incluso señala que se castigará a quien vote cruzado con ciertos trabajos forzados o chicotazos públicos. La vieja práctica gamonal de los viejos terratenientes es desempolvada por Evo Morales y no tiene ningún problema en amenazar con ello públicamente.
La amenaza de castigar con el voto al MAS proviene de los problemas que ya hemos mencionado en ediciones anteriores, la elección de candidatos oficialistas en muchas zonas no ha respetado la decisión de las bases, los candidatos de la jerarquía se han impuesto por medio de violencia en muchos casos, a palos y piedras y boicoteando asambleas para elegir candidatos, en otros casos como en la ciudad de La Paz, han sido estafados directamente porque mientras las bases eligieron a unos candidatos en las listas oficiales aparecieron otros desconocidos, esto ha generado una corriente que amenazaba al gobierno con darle un “voto castigo”.
El gobierno hace tiempo viene chantajeando al movimiento campesino, la CSUTCB hace más de un mes hizo circular y aprobar una decisión en todas las comunidades, “si un dirigente campesino se alía a algún partido diferente al MAS o tiene charlas con algún dirigente de la oposición será expulsado y su comunidad o cantón al que representa será desafiliada de la CSUTCB”. Esta decisión fue aprobada sin mayor discusión en momentos en que estaban enfrascados en la elección de candidatos y establece ya una práctica coercitiva que castiga no solo al dirigente sino a la comunidad que representa.
Hoy el gobierno encubre la práctica gamonal con la baratija de “democracia comunitaria”, hipócritamente dice que la decisión del control ha sido pura iniciativa de las organizaciones mientras cuestiona la intención de las bases argumentando que los candidatos fueron consensuados y deben votar por ellos, incluso otro impostor del gobierno ha dicho que votar cruzado es no tener principios. Esta forma de justificar la imposición oficial y aplastar la disidencia es propia del gamonalismo y el fascismo.
Mientras el gobierno estrecha sus relaciones con los sectores conservadores reaccionarios de la política boliviana (ADN, MNR, CAINCO, etc) a los campesinos los somete al poder gamonal. La historia de Bolivia ha sido la historia del poder semifeudal sobre las masas campesinas y la historia de un capitalismo deforme y atrasado sobre las espaldas de los sectores populares, esta historia es la que continúa con el MAS mientras se va encuadrando al viejo Estado reaccionario y acomodándose al esquema conservador del poder.