23/07/14
Por: Análisis y Opinión
El Estado boliviano se prepara a renovar a sus autoridades, esto no es otra cosa que el recambio de los administradores de la dictadura de clase que se ejerce contra los sectores populares, el “proceso de cambio” de Evo Morales no escapa a esta afirmación.
En principio no creemos que las elecciones y las diferentes ofertas electorales vayan a cambiar en algo los problemas fundamentales de nuestra sociedad, todas ellas están inscritas en el marco de la vieja sociedad y la reproducción capitalista que refuerza su dinámica explotadora por lo tanto los candidatos solo ofrecen un maquillaje de este sistema.
La “fiesta democrática” de la vieja sociedad tiene una impronta muy vieja y ésta no ha cambiado a pesar de la propaganda y la demagogia. La elección de candidatos ha sido una auténtica pelea donde todo ha sido válido.
La oposición al gobierno (en particular la oposición conservadora) hizo sus listas en medio de denuncias de alianzas oscuras, arreglos bajo la mesa, juntuchas de viejos politicrastros reciclados en los últimos tiempos. El chantaje publicitario para conseguir pactos revivió en este proceso, algo que siempre practicaron los viejos partidos como el MNR. Las posiciones de la pequeña burguesía, formada por ex socios del gobierno de Evo aglutinó a los descontentos del MAS y recibió, como es costumbre a muchos oportunistas.
Lo más interesante ha sido la forma en que el partido de Morales ha elegido a sus candidatos. A diferencia de sus opositores el MAS de Evo se jacta de sacar a sus candidatos de entre las bases en un proceso democrático. Extraña democracia es la de Evo y los suyos que tiene en sus bases múltiples denuncias de no estar representados en las listas oficialistas, no sólo es el caso de no haber respetado la propuesta de las bases, las denuncias cuentan de enfrentamientos, matonaje o simplemente no haber sido consultados.
Así sucedió en la población Jesús de Machaca donde los comunarios se aprestaban a elegir los candidatos para diputados pero el candidato oficial impidió que esto se llevara a cabo a punta de palos y piedras. Cosa similar también se reportó en Pando, el candidato oficial se impuso de manera violenta, al más viejo estilo caciquil de los viejos partidos del oriente del país. Pero hubo también denuncias de que no se eligió siquiera al candidato oficial o que no se hizo participar a ciertas comunidades en este proceso y el candidato sólo salió de los centros urbanos, como el candidato de la localidad de Cliza en Cochabamba, las bases no consultadas expresaron su rabia en los medios de comunicación y sacaron a luz el historial del candidato que antes había sido del MNR, ADN, MIR y ahora es del MAS.
Sin embargo en muchas zonas se eligieron a los candidatos y fueron presentados a los jerarcas del partido no siendo tomados en cuenta por éstos. En Pando la dirigente de las Bartolinas criticó duramente al gobierno porque la propuesta que ellas llevaron no apareció en la lista, en vez de su candidata apareció otra persona, la dirigente campesina se refirió a esto diciendo “nos han baleado, nos han matado, nos han discriminado en Porvenir, y ahora aparecen en la lista”, algo bastante grave porque señala que la gente que aparece en la lista del MAS es gente que formaba parte de los terratenientes en el oriente que masacraron a campesinos el 11 de septiembre del 2008.
Cosas como estas no son raras, en Santa Cruz, donde también el dirigente de los campesinos denunció que sus candidatos no fueron tomados en cuenta, aparece nada menos que el abogado Carlos Subirana, un conocido reaccionario que ha formado parte de la vieja estructura política del país.
Subirana fue ministro de justicia en el segundo gobierno del ex dictador Hugo Bánzer Suárez, en esa ocasión Subirana ejercía sus funciones en La Paz teniendo como residencia una suite en el Hotel Radisson; también fue abogado de uno de los implicados en el malogrado caso Terrorismo, Svonko Matkovic. Cuando se alejó de su defendido salió a relucir que éste junto al fiscal del caso Marcelo Sosa y un alto funcionario del Ministerio de Gobierno, Norberto Clavijo, extorsionaban a los implicados del caso con grandes sumas de dinero, esta mención la hizo el propio Marcelo Sosa en un audio que reconoció ser el suyo, actividad con la que Subirana, de acuerdo a la versión de Sosa, se habría “enriquecido utilizando su nombre”.
Uno de los altos jefes del MAS ha justificado la inclusión de Subirana diciendo que este es de “centro izquierda”, contorsiones verbales como esta ya la vimos cuando Isaac Ávalos (otro jerarca del MAS) hizo alianza con una parte de la fascista Unión Juvenil Cruceñista y justificó de que todos cambian y esos eran bienvenidos en el MAS.
Otra figura en la lista de candidatos oficialistas es la ex fiscal de distrito Betty Yañiquez que jugó un papel de persecución a opositores y fue mencionada en varios actos de atropellos legales contra éstos. Los servicios del ministerio público ahora son pagados por el gobierno que no le importa la catadura moral de sus candidatos, solo que les sirva fielmente. También se puede ver a gente de Sacha Llorenti, por ejemplo la señora Sonia Brito que se encargó de convertir a la Asamblea de Derechos Humanos La Paz en una filial del gobierno y defender a capa y espada la represión estatal en particular en la gestión del ministro fascista Sacha Llorenti.
Dos cosas resaltan de este proceso en el gobierno, primero que no hay tal democracia entre el MAS y “sus bases”. Altos funcionarios del MAS dijeron que en estas elecciones solo serían candidatos los militantes del partido, sin embargo faltando un mes para la elección de listas otros altos funcionarios dijeron que habría invitados y éstos serían elegidos por la “dirección”. Lo que hay en el MAS es una oferta prebendal a dirigentes que pelean por una parcela de poder frente a una “dirección” caudillista manejada por unos cuantos jerarcas. Eso es lo que define al MAS, lo demás es pura pose y demagogia, se puede ver en las alianzas que se establecen con personajes de pasado nefasto. Pero mientras en las áreas urbanas se hace invitaciones a los campesinos se les ajusta el cinturón, y ese es el segundo aspecto que vemos en este proceso. La CSUTCB lanzó un instructivo para condenar a todo dirigente campesino que se distancie del “proceso de cambio”, no permitirá que ningún dirigente sindical converse o se afilie a otro partido, según su resolución, ni siquiera al Conamaq, según versiones de algunos dirigentes campesinos, si esto sucediera se castigará con la desafiliación no sólo al dirigente sino a la comunidad o cantón al que representa. Mientras a los campesinos se los persigue con todo y son tratados como siempre, con discriminación y represión, los personajes reaccionarios con cierto arrastre electoral son objeto de coqueteo y negociaciones.
Si bien el gobierno recela del movimiento campesino y otros sectores populares los necesita para construir la ficción de “gobierno de los movimiento sociales”; simula procesos eleccionarios en la bases pero tiene la potestad de aplicar la “democracia del dedo” finalmente para conseguir acólitos que sigan fielmente las órdenes del ejecutivo, estos dirigentes prebendalizados aparecen como los representantes de los “movimientos sociales”. En otros casos estos “representantes” hacen puntos a través de acuerdos oscuros y recaban avales a espaldas de quienes dicen representar para presentarse como una oferta jugosa frente al MAS. En este proceso hemos escuchado a dirigentes de organizaciones sociales declarar “vamos a ver con quién vamos, tal vez con don Samuel, con Juan del Granado o con el propio gobierno, aún no hemos definido”, incluso sabemos que dentro de las “bases del MAS” dirigentes descontentos no dudan en decir que van a ir con otros candidatos si no los aceptan, en este proceso de oferta de y demanda todo se vale, la prebendalización de la política lo define todo. Un ejemplo de ello es Mónica Copa quien apareció como “representante de la UPEA” sin que nadie se enterara de ello y sin que ninguna base le diera tal representación, la comunidad universitaria se enteró de esto cuando apareció en la lista del MAS y se denunciaron los avales secretos que fueron enviados a la Cancillería para buscar un cargo representativo en el MAS. La universitaria Copa, aparte de su mediocridad académica y su “decanatura” como dirigente estudiantil (más de 6 años en el centro de estudiantes de la carrera de Trabajo Social) es conocida por su práctica politiquera, sus actuales relaciones, que tienen que ver con el apoyo que ha recibido para ser “postulada” a segunda senadora por el MAS en La Paz, son de personas conocidas por los escándalos de corrupción y sobre precio en adquisiciones de computadoras en la Universidad, es gente relacionada a la gestión del ex rector corrupto Dámaso Quispe, son toda una reliquia que irán a fortalecer la gestión del “proceso de cambio” porque la candidata que es casi seguro que obtendrá la curul, irá con toda la clientela a ejercer sus funciones, y por supuesto será presentada como “representante de las organizaciones sociales” gracias a la complicidad de autoridades universitarias que no tienen el más mínimo escrúpulo en hipotecar la universidad a un partido y un gobierno aún cuando sus estatutos lo prohíben.
La “democracia” que nos presenta la vieja sociedad no es más que un mercado persa donde los postulantes ofrecen al mejor postor sus servicios y lealtades a cambio de una parcela de poder, nadie escapa a esto, desde los viejos politicastros hasta los dirigentes prebendalizados del movimiento popular que trafican con los intereses del pueblo, se ofrecen a cambio de cargos, se negocia postulaciones por puestos en el gobierno o futuras promesas de incluir a amigos o familiares, en el mercado electoral se compra y se vende lealtades a nombre de bases que muchas veces no se enteran cómo aparecen sus “representantes”, es un negocio que promete ganancias y garantiza la buena salud del viejo sistema.
Análisis y Opinión 