Libertad para el doctor Jhiery Fernández, abajo la justicia reaccionaria

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Análisis y Opinión

19/09/18

La dictadura de clase del viejo Estado se puede ver en cada una de sus acciones con mayor o menor evidencia. La injusta condena del doctor Jhiery Fernández es un claro ejemplo de cómo actúa todo ese poder represivo contra los ciudadanos donde generalmente coinciden personas despojadas de poder o extraídas de las clases populares.

La salida a la luz pública de un audio donde la Jueza, que condenó (junto a otros dos jueces) al médico Fernández a 20 años de prisión, reconoce haberlo condenado sabiendo que era inocente, ha generado una indignación enorme en la ciudadanía, y aunque parece un caso extremo y excepcional no lo es, muchos casos similares ocurren en el país. Sigue leyendo

Estado peruano podrido hasta el tuétano

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Muñeco del presidente peruano Martín Vizcarra quemado por manifestantes en Ayacucho

22/07/18

Análisis y Opinión

Que el viejo Estado peruano está corroído hasta los huesos y podrido hasta el tuétano no es ninguna novedad, en su momento el Partido Comunista del Perú y su jefatura que dirigió la guerra popular en los años 80 lo señaló y demostró con bastante claridad. El Estado peruano era (y es) una maquinaria pesada que aplasta y oprime a los explotados, a los pobres, a los obreros, campesinos y sectores de la pequeña burguesía particularmente empobrecida en beneficio de las clases explotadoras y de ese puñado putrefacto que vive de la administración del Estado, que engorda con el dinero que exacciona al pueblo, que disfruta de las gollerías del poder en medio de contubernios y prácticas mafiosas. Sigue leyendo

La maquinaria judicial que oprime nuestra sociedad

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Foto: Internet

Análisis y Opinión

La justicia en el viejo Estado no está ajena a los intereses políticos, sirve a las necesidades del gobierno para perseguir políticamente a disidentes u opositores y también sirve para construir la legitimidad del Estado cuando éste se encuentra cuestionado por su negligente accionar, en este cometido no importa si lincha a personas inocentes, lo importante es satisfacer la razón de estado y dar la impresión de que “está haciendo justicia”.

En esta necesidad lo último que le importa al poder judicial y a sus autoridades (policía, fiscales y jueces) es si la persona ofrecida en linchamiento es inocente o culpable, lo importante es dar la sensación a la sociedad de que se está cumpliendo con “impartir justicia”. Así ha sucedido con el caso del doctor Jhiery Fernández, quien ha sido condenado a 20 años de prisión por delito de violación a un menor cuando el proceso nunca demostró que existiera tal violación o que el médico estuviera presente en el lugar del presunto hecho. El proceso ha sido tan irregular que, según los abogados y otras instituciones de derechos humanos que han seguido su caso, la policía y los peritajes técnicos han reconocido que los hechos imputados no habían sucedido, lo que apuntaba a que la muerte del menor se dio por razones distintas que la fiscalía no quiso explorar. Sigue leyendo